Reflexiones: exclusión social y estigmatización

Para Roberto Samar la estigmatización sigue presente en los medios de ...

Esta es una pequeña reflexión, sobre el término Exclusión Social, probablemente una de las palabras más utilizadas en el Grado de Educación Social, pero hasta qué punto reflexionamos verdaderamente sobre este término, somos conscientes de lo qué transmite, de las connotaciones que atañe, de su historia y las consecuencias que puede producir en las personas que son "etiquetadas" como excluidas sociales... 

La exclusión social, es posiblemente una consecuencia de la estigmatización, de la humillación a la dignidad humana; 

“Ser o sentirse humillado es saber que tú no eres como los demás, que eres demasiado o demasiado poco no importa qué, y que ese exceso o esa carencia te hace merecedor de un trato denigrante que te rebaja, te hunda, te inferioriza, te inhabilita para merecer esa dignidad elemental que nadie debería ver nunca escamoteada.” (Delgado, Horta y López Bargados, 2009: 7)

El termino estigma, según la RAE del latín stigma y este del griego στίγμα, stígma, lo define como; “Marca impuesta con hierro candente, bien como pena infamante, bien como signo de esclavitud.” (RAE, 2014). Creo que cada uno de nosotros tiene un estigma, nuestra piel está marcada con una experiencia. En mi caso marcada como oprimida, esclava de la dualidad oprimidos-opresores... pero solo me afectara en el momento que la acepte, por eso, yo no la acepto y lucho y reivindico por mis derechos como persona para cambiar esa situación o percepción. 
En el contexto político-social, la exclusión social viene marcada por el concepto de “desigualdad”, en el momento en que la globalización y el capitalismo financiero se “adueña del mundo”. Desigualdades que, “(...) conforman las múltiples y diversas formas de la exclusión social.” (Maneu, 2011: 2). En todas las épocas de la historia de la humanidad, han habido grupos que dominaban a otros, pues creían que eran superiores, este fragmento lo refleja indudablemente:

“Seguramente siempre y por doquier las relaciones entre los diversos conjuntos sociales se han visto marcadas, a menudo, por la convicción de que alguno de esos conjuntos era intrínsecamente indeseable y merecía una descalificación global, que no pocas veces acababa conduciendo al asedio y, en los casos más extremos, al exterminio físico. A lo largo de varios siglos, en demasiados lugares, un número incalculable de individuos han sido prejuzgados, marcados, perseguidos o castigados no por lo que habían hecho sino por lo que eran o se suponía que eran. (…) una conflictividad entre colectivos humanos, una conflictividad que, obviamente, siempre acabará beneficiando al agente que ocupe la posición hegemónica, que controle los aparatos represivos del Estado y que no sólo tenga acceso a las fuentes de producción de los significados, sino que los instrumentalice adecuadamente a fin de perpetuar tanto para mostrar como «normal» tal estado de las cosas” (Delgado, Horta y López Bargados, 2009: 8-12). 

En el contexto indentitario, nuestra identidad está formada, en parte, por el reconocimiento del otro(s), formándonos así nuestra identidad individual, la cual además, viene influida por la normalidad. “(...) esas señales que sirven para construir nuestra personalidad y que el otro – el que nos escucha, nos mira, valora – sepa ubicarnos en un extremo o en el otro (...)” (García Farrero, 2011: 92). La normalidad impuesta por un grupo o individuo sobre otro(s), es  habitualmente asignado desde un grupo dominante a uno dominado, “En otras palabras, la persona estigmatizada vive sintiéndose expuesta al juicio de los demás, del pensamiento dominante que acredita o desacredita sin titubear.” (García Farrero, 2011: 96). A partir de aquí, esta cuestión me siguiere una pregunta ¿quién acuño el concepto de exclusión social? 

“Su creación se atribuye a René Lenoir, entonces Secretario de Estado de Acción Social en el gobierno de Chirac, con su libro Les exclus: un Français sur Dix, publicado en 1974, en el que se refería al 10% de la población francesa que vivía al margen de la red de seguridad social pública basada en el empleo (discapacitados, ancianos, niños que sufren abusos, toxicómanos, etc.). (Pérez de Armiño y Eizagirre, s.f.)

Entonces, la exclusión social es un concepto desarrollado por les élites dominantes del gobierno francés en los años setenta. En la actualidad el termino de exclusión social es utilizado frecuentemente en las políticas sociales, los mass media, investigaciones sociológicas, psicológicas y educativas, etc., y hay muchas definiciones sobre el tema, entre una de ellas:

(...) la exclusión social se puede analizar y entender como un proceso multidimensional, que tiende a menudo a acumular, combinar y separar, tantos a individuos como a colectivos, de una serie de derechos sociales tales como el trabajo, la educación, la salud, la cultura, la economía y la política, a los que otros colectivos sí tienen acceso y posibilidad de disfrute y que terminan por anular el concepto de ciudadanía. (Jiménez, 2008: 175)

Esta estigmatización, pues, viene dada desde las instituciones (políticas, educativas, sociales, psicológicas...), quienes generan las definiciones del concepto y la sociedad como estructura las acepta y las normaliza, a parte, de culpar a las mismas personas o colectivos de su situación y a la sociedad en general; siendo una consecuencia la humillación y estigmatización a fuego, de los colectivos o personas que no tienen acceso a ciertos derechos sociales. La interiorización de la humillación, estigmatización y de la culpabilidad de su situación, se transforma en victimización y no empoderamiento como individuos y personas con derechos, como salida a esa posible situación. Desde este punto de vista, no podemos ser personas sumisas, sin esperanza. El poder de la transformación y del cambio esta en uno mismo, transformar las dificultades en posibilidades.

La afirmación de que 'las cosas son así porque no pueden ser de otra forma' es odiosamente fatalista pues decreta que la felicidad pertenece solamente a los que tienen el poder. (…) Es preciso que la debilidad de los débiles se transforme en una fuerza capaz de instaurar la justicia. Para ello es necesario un rechazo del fatalismo. Somos seres de transformación y no de adaptación. (Freire, 1997: 26).

Para acabar con la exclusión social, las desigualdades o la pobreza, no podemos hablar de asistencialismo ni de caridad, debemos ayudarnos de el sistema, pero cambiando el punto de vista hacia la transformación y el empoderamiento de las personas o colectivos, no solo con ayudas económicas, alimenticias, etc., se solucionara el problema. Sé que es una tarea difícil, pero nadie dijo que fuera fácil. A través del esfuerzo y la lucha podremos conseguirlo. Si perdemos la esperanza, será nuestro fin. Podemos ser una sociedad progresiva, que se encamine hacía un cambio de costumbres y hábitos, para mejorar la sociedad o una sociedad estática donde se reproduzcan las costumbres y hábitos tradicionales (Dewey, 1963).


Referencias

  • Armiño de, P., y Ezigarre, M. (s.f). Diccionario de acción humanitaria y cooperacción al desarrollo. Recuperado de http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/96 
  • Bergalli, R., Delgado, M., Garcés, M., Horta, G., Izard, M., López Bargados, A., … Muniesa, B. (2009). La humillación: Técnicas y discursos para la exclusión social. Barcelona: Bellaterra.
  • García Farrero, J. (2011). El estigma: algunas reflexiones sobre marcas tan significativas en la educación social. En Moyano, S. y Planella, J. (coords.). Voces de la Educación Social. (pp. 91 – 100). Barcelona: UOC.
  • Jiménez, M. (2008). Aproximacion teorica de la exclusion social: complejidad e imprecision del termino. Consecuencias para el ambito educativo. Estudios Pedagógicos, XXXIV(1), 173–186.
  • Maneu, S. (marzo del 2011). La exclusión social, hoy. Exclusión social hoy: estrategias de abordaje de las necesidades sociales actuales. Conferencia llevada a cabo en la Fundación Príncipe de Girona, Girona. [en línea]. Recuperado de: http://www.sensellarsjd.com/LinkClick.aspx?fileticket=5hui49SC4DY%3D&tabid=205&language=es-ES 
  • Freire, P. (1997). A la sombra de este árbol. (3a ed.). Barcelona: El Roure.
  • Real Academia Española. (2014). Estigma, Diccionario de la lengua española (23. Ed.). Recuperado de http://dle.rae.es/?id=Gru2UbO 

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